La falta de productos en el mercado socialista dio origen a unos curiosos inventos caseros, algunos sin parangón en el mundo. Decenas de joyas de bricolaje de la época del comunismo se pueden ver en la exposición ‘Vivat Bricolador o Lo que el Mundo Aún No Ha Visto’ (Vivat kutil aneb Co svět neviděl), en el Museo de Bohemia del Norte, en Liberec.
Cortagramas con bastones de hockey sobre hielo, altavoces fabricados con barriles de cerveza, palancas de mando de cajas de jabón y de potes de cómpota, hervidores de agua de vasos de plástico o una máquina para producir agua viva y muerta. Estos y más productos, expuestos en el Museo de Bohemia del Norte, no solamente confirman el proverbio local sobre las doradas manos checas, sino que muestran asimismo la extraordinaria invención de los checos.
La exposición ‘Vivat Bricolador o Lo que el Mundo Aún No ha Visto’ muestra joyas de bricolaje, procedentes de los años setenta y ochenta del siglo XX. El director del Museo de Bohemia del Norte, Jiří Křížek, explicó a Radio Praga a qué se debía la gran pasión por esta actividad creativa en la época del gobierno de un solo partido.