La ciudad real de Slaný se encuentra en la meseta de Slaný, que forma la parte noroeste del conjunto llamado la meseta de Praga. Su característica dominante es Slánská hora (330 m sobre el nivel del mar).
Červený potok atraviesa la ciudad, que se encuentra a unos 25 km al noroeste de Praga.
En esta pequeña ciudad sus habitantes evaporaban la sal de un manantial próximo y de ahí nace su nombre.
Para guardar la sal una vez cristalizada, los vecinos idearon un envase muy especial: ¡el salero! Y este es el motivo por el que en 2011 se fundó en este lugar el Museo de los Saleros, que ya dispone de 2.800 piezas con distintos diseños y materiales.
Estos envases agujereados proceden de donaciones de vecinos, de visitantes y de lejanos lugares del mundo (incluso hay uno de Kenia), y todos tienen una historia detrás.
En 2015, se abrió una nueva sala, “Slánkovna”. Además de los saleros, se puede ver, por ejemplo, un modelo de la red de cristales de sal, un experimento con la evaporación de la sal o imágenes de diferentes tamaños de cristales de sal.
Cada salero tiene su propio número de serie y se registra exactamente donde se muestra. Cuando visite el museo, traiga su salero, cada donante recibe como agradecimiento un documento conmemorativo.