De donde salen?

Reflexionemos sobre aquellas cosas que los adultos le cuentan a veces a los niños, como:

-Los ratones te comieron el diente? entonces tienes que comer mucha sopa ahora.

-Anda  niña, busca los huevos que los conejos escondieron en el jardín por Semana Santa.

-muchacho, ya viene el policía a llevarte, o se amenaza al niño con la inyección del médico.

Pues así llegan también a mi mente algunas cosas, que me contaron cuando era niño, a saber: En los años anteriores a la Segunda Guerra Mundial me encontraba asistiendo la escuela primaria en Praga, mi ciudad natal. El salón de clase estaba decorado con vistosas fotografías en blanco y negro de paisajes naturales checos. A menudo la maestra nos narraba, que un día hace ya 100 años, un cieguito apareció en el escenario del Teatro Tyl, exclamando las siguientes tres palabras ”Kde Domov Muj”, que traduce :¿dónde está mi patria?- El cieguito caminaba con la cabeza mirando hacia el cielo como gesto de buscar algo. Con este mismo gesto, la maestra caminaba hacía las fotos,  y alababa las bellezas que nos ofrece el estado natural, allá en las afueras de la ciudad de Praga.

Al leer mi relato, nuestro amigo Vladimir Sykora me argumentó, que dudaba la veracidad del relato, y me suministró los nombres de los verdaderos autores, Josef F. Skroup-música y Josef Kajeta Tyl, la letra, de lo cual en mi calidad de cronista, estoy perfectamente en claro de su historia verídica; también yo mismo desconozco el origen del cuento de la maestra.

En mi opinión, el himno checo enmarca con pocas palabras un mensaje básico: “cuidar es querer”, lo cual por cierto era hace unas cuatro décadas  un lema venezolano para promover el turismo en nuestro país.

El texto sencillo del Himno Checo traduce:

      Dónde está mi Patria,

      Dónde está mi Patria,

      El agua susurra en las praderas,

  Los bosques murmuran sobre las rocas,

      En el jardín brilla la flor primaveral,

      Como deleite del paraíso terrenal,

      Esa es la preciosa tierra,

      Tierra checa, mi hogar,

      Tierra checa, Patria mía.

Lo que a mí se refiere, la letra me impresiona profundamente. Mi padre me infundió desde niño, que lo ajeno y la naturaleza se respetan. Hoy como adulto se me conoce por las iniciativas conservacionistas, y me abrazan sus deberes.

El texto del himno sí es breve, pero va al grano, comunica con pocas palabras las bondades de la naturaleza. Para un checo la naturaleza es sagrada, la escucha , la percibe, la admira, la respeta y la considera su divino patrimonio. Es más, siempre ha sido uso y costumbre de los checos alejarse  de la rutina del trabajo durante el fin de semana; los días festivos y sin falta en tiempos del  disfrute de sus vacaciones, el checo migra hacia “lo abierto”. Busca  compartir el horizonte verde y a su vez sentirse libre realizado.

Considero que con relación a este fuerte respeto hacia lo que Dios nos regaló, está una de las importantes moralejas para toda la humanidad, especialmente el mundo progresista de hoy, que tanto peca con su naturaleza. Hay fuertes intereses creados que gozan de prioridad.

Carlos (Karel) Stohr